sábado, 3 de septiembre de 2022

La Curación a través de la Psique. La pérdida.

Cuando la pérdida se reitera en el tiempo, es dañina como el ciclo eterno. Una rueda de roedor. Un pez que se muerde la cola. Un cuento de nunca acabar… Es como aquella pesadilla que se repite y, sin embargo, la vivimos como si fuera la primera vez.

¿Algo insólito a nivel cognitivo teniendo en cuenta que ya lo habíamos vivido anteriormente no? Y, aun así, volvemos a vivirla como si no tuviéramos un registro, ni un solo recuerdo, de todo lo anterior. Esa reiteración nos dice que aquello no se ha resuelto aún. O, mejor dicho, no se ha resuelto internamente. Quizás, a los ojos de los demás, de los que nos rodean, parece que algo ha cambiado, sin embargo, no sea así. Y llevemos por dentro ese vínculo parásito anudado al alma.

Y sí, la pérdida se reitera en el tiempo, cuando resulta que no acabamos de soltar la cuerda que, a pesar del dolor que supone sujetarla, nos empeñamos en sujetar con todas nuestras fuerzas. ¿Por qué sujetamos una cuerda que nos duele?

Por otro lado, la cuerda es invisible. Une a las almas que no han sabido resolver ni perdonar. Y que sin embargo aun aman o sienten un "pendiente" entre ellas. ¿Como podemos soltar esa cuerda?

Un susurro podría decirnos que no vale la pena aferrarse. Es un susurro que nos habla del más allá. Que sabemos que lo que dice es verdad.

Un "sueño" que no es un sueño podría aliviar nuestro corazón y sanarnos con una inyección de paz, de aquella que viene de un mas allá de nosotros mismos. Lo habéis experimentado alguna vez?

Una caricia de alguien desconocido, en otro plano, podría darnos la fuerza para levantar los ánimos y sentirnos confiados.

¿Qué es lo que nos impide soltar la cuerda? La dinámica. Esos vicios de la dinámica que propician la perpetuidad; tropezar con la misma piedra. No siempre se trata de un patrón, sino de un vínculo, un viejo amigo del pasado.

Necesitamos ser tocados por dentro, para tener una reacción sustancial. Detecto el tipo de dinámica, e interfiero.